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La Pulidora Electroquímica es un dispositivo de alta precisión diseñado para la eliminación controlada de capas metálicas superficiales, minimizando el impacto en la tensión residual. Este método permite un análisis más preciso en las pruebas de tensión residual, garantizando una preparación adecuada de la muestra para mediciones a diferentes profundidades.
El proceso de pulido electroquímico consiste en la eliminación selectiva de material mediante una corriente eléctrica controlada. Esta técnica evita las deformaciones mecánicas asociadas a los métodos de pulido convencionales, proporcionando superficies más homogéneas para inspecciones metalográficas y mediciones de tensiones residuales.
La pulidora electroquímica se utiliza ampliamente en industrias y laboratorios de investigación que requieren un control preciso de la preparación de superficies metálicas. Su sistema de ajuste electrónico y su alta tasa de remoción la hacen esencial para el análisis metalúrgico y la medición de tensiones residuales en diversos sectores.
